La primera solución y la que todo el mundo realiza es dejar una luz encendida, pero puede que esto también tenga el lado negativo en el correcto descanso de los demás ocupantes de la casa. Siempre se puede dejar una luz tenue y poco a poco, conforme avanza el paso del tiempo y el niño controla su miedo, ir consiguiendo que cada vez sea menor tanto la intensidad como el número de bombillas encendidas.
Desde este espacio queremos dar una idea que ha funcionado a muchas personas. Se trata de introducir como objetos de decoración en la habitación del chico o de la chica los productos luminosos. Imagínate que haciendo uso de las pulseras luminosas clavas varias en una superficie de poliestireno expandido (EPS) y ya no se necesita encender una luz eléctrica. Se dará un paso de gigante e incluso el ambiente cambiará ofreciendo una perspectiva más divertida y agradable. Otros casos nos han comentado que en vez de esto su hijo o hija prefiere dormir con una barrita luminosa en la mano o en la muñeca, sintiendo de esta manera la iluminación más cercana.
Como ya habrás comprobado si eres asiduo lector del blog, el mundo de los productos luminosos es muy extenso y permite una gran variedad de posibilidades. Los colgantes luminosos pueden ser otro de los aliados a tener en cuenta. No es necesario atárselos al cuello, por lo que al tener un grosor mayor que las barritas fluorescentes, su luminosidad es proporcional a este aumento. Al incluir la cuerda puedes colgarlas de la lámpara o de cualquier utensilio que esté en la habitación.
Por último, no dejes pasar la oportunidad de buscar solución en al apasionante mundo de los LEDs. Un producto muy llamativo y efectivo son los globos luminosos con LED. La ventaja de ellos respecto a los otros mencionados con anterioridad es su gran duración. Si te haces con alguno, debe ser con botón on/off, ya que al usarlo solo por las noches, conseguirás que su uso de para muchísimos días. Aconsejamos además que, si cuenta con tres funciones diferentes de iluminación: parpadeo lento, parpadeo rápido y luz fija, se de uso a esta última, ya que los dos primeros no son muy aptos para un descanso adecuado.
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